Ayudar a alguien a lavarse los dientes puede ser una operación delicada: tanto la persona que necesita ayuda como la que la presta pueden encontrarla desagradable. Estos consejos pueden ayudar a que el cepillado sea eficaz y agradable. Y una vez que ambos le hayan cogido el truco, la higiene bucal será sólo una parte del trabajo y dará resultados que podréis disfrutar juntos: una boca limpia y sana.
CONSEJOS PARA AYUDANTES DE HIGIENE BUCAL

EL AMBIENTE ADECUADO
Aumenta gradualmente el nivel de ayuda para la higiene bucal.
Acepta el hecho de que no todo se cepillará igual de bien las primeras veces. Una buena experiencia es fácil de construir; una experiencia frustrante no se olvida fácilmente.
Cada vez que se cepillan los dientes:
- Tómate su tiempo y busca un ambiente tranquilo
- Inicia el contacto y di lo que vas a hacer
- Habla con calma y utiliza frases cortas
- Hacer las pausas necesarias
- Haz saber a la gente que las cosas van bien, haz cumplidos y utiliza el humor cuando sea apropiado
- Di cuando hayas terminado
Si te resulta difícil cepillarte los dientes, asegúrate al menos de que el maxilar superior y el inferior reciben la misma atención cada día: empieza por el maxilar superior por la mañana y por el inferior por la noche.
SI ALGUIEN ESTÁ RELAJADO, ¡LOS MÚSCULOS DE LA BOCA TAMBIÉN SE RELAJARÁN!

TIEMPO Y LUGAR
Si no hay suficiente tiempo o tranquilidad por las mañanas o por las tardes, elige un momento más adecuado. ¿Y si no puedes cepillarte los dientes en el baño? Elige otro lugar y llévate agua, un vaso y algo para escupir.

AYUDARA ALGUIEN A CEPILLARSE LOS DIENTES
Cepíllate los dientes para demostrar cómo se hace, o simplemente para romper el hielo.
No pierdas de vista las cosas y dale consejos si es necesario. También podéis echar un vistazo juntos a la tabla de cepillado de este folleto.
Pregunta si puedes volver a cepillar algunos lugares, si es necesario.

POSICIÓN DE CEPILLADO
El cepillado dental puede realizarse desde distintas posiciones. Elige la posición que mejor se adapte a ti y a la persona a la que asistes. Aspectos a tener en cuenta: comodidad, contacto, buena visión y acceso a toda la boca. No te olvides de tu espalda.

AMBOS SENTADOS
Siéntate justo delante de la persona a la que asistes, con las piernas muy separadas. Eso ayudará a lograr una posición estable.
Asegúrate de que la persona a la que asistes está cómodamente sentada y tiene suficiente apoyo para la cabeza (por ejemplo, un cojín cervical). Es entonces cuando los músculos de la boca están más relajados.
Si la persona a la que ayudas está sentada en posición encorvada, puedes sentarte en una silla a su lado o ponerte de rodillas frente a ella (por tu propia salud, asegúrate de mantener la espalda recta).

TÚ ESTÁS DE PIE Y LA PERSONA A LA QUE ASISTES ESTÁ SENTADA
Colócate en diagonal a la derecha o detrás de la persona a la que asistes (o a la izquierda si eres zurdo). Acuna la cabeza de la otra persona entre tu axila y tu brazo y mano libres mientras inclinas la cabeza ligeramente hacia abajo.
"Acunar" la cabeza ayuda a mantenerla quieta, relaja los músculos de la boca y evita las arcadas.

TÚ ESTÁS DE PIE Y LA PERSONA A LA QUE ASISTES ESTÁ TUMBADA EN LA CAMA
Eleva la cama a la altura de las caderas y la cabecera a un ángulo de 45 grados.
Pide a la persona a la que asistes que gire ligeramente la cabeza hacia ti, si es posible.
Si no se puede elevar la cabecera de la cama, tumba a la persona de lado. Coloca un plato de riñón de cartón (o una almohadilla suave que absorba la humedad) bajo la mejilla para permitir que los fluidos drenen de la boca y evitar que la persona se ahogue.
Si no se puede elevar la cama, haz lo anterior sentado.
Con la mano libre, sujeta la mejilla y los labios hacia un lado para tener una visión clara de dónde está cepillando.
Tras el cepillado, no limpies la boca, pero da toques desde la mejilla hacia la boca. Aplica una presión firme durante dos segundos cuando termines. Esto favorece el cierre de los labios y el reflejo de deglución.
Si alguien tiende a morder el cepillo de dientes, puedes probar a utilizar un cepillo de tres cabezales. Si el dentista o el higienista dental lo aconsejan y te dan las instrucciones adecuadas, también puedes probar a utilizar un mordedor.
Para evitar fracturas, se recomienda realizar la limpieza de la prótesis sobre una zona elevada y colocar una toalla encima, por si la prótesis se cae.
EL USO DE GUANTES EVITA LA TRANSMISIÓN DE GÉRMENES.
